“INSIDE”: LA INSTROSPECCIÓN ENFERMIZA DE UN GENIO MODERNO

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Una habitación vacía, un sonido inquietante, una puerta semiabierta deja pasar un rayo de luz: “es un bello día para quedarse en la casa”. Así inicia el especial de 1 hora y 27 minutos calificada para mayores de 16 años, escrita, editada, grabada y dirigida por el joven comediante norteamericano Bo Burnham. Robert Pickering Burnham nació en Massachusetts en el año 1990, y fue justamente durante la grabación de este especial de comedia musical que Bo celebra su cumpleaños número 30. 

 
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Este millennial de tomo y lomo lidia y reflexiona con todas las temáticas con que lidian los jóvenes de esta generación: racismo, homofobia, neoliberalismo, sexo, redes sociales y salud mental, entre otros. Inside es el tercer trabajo de Burnham en Netflix; los dos primeros What. y Make Happy muestran la versatilidad y la habilidad del comediante de mantener en suspenso a la audiencia quienes tratan de descubrir si Burnham está improvisando o si ha pauteado, magistralmente, su espectáculo de inicio a fin.

Una sola habitación es el escenario de todas las tomas. Una cama, un teclado, luces -sobre todo la luz de la pantalla del celular-, dos ventanas, una cómoda y un espejo es todo lo que necesita este joven artista para mantener la atención durante 87 minutos. Si tuviera que describir el género de esta realización, no podría encasillarlo en uno solo. Netflix lo presenta en su catálogo como “comedias de stand-up, comedias”. Sin embargo, la profundidad de las ideas presentadas en sus canciones contrasta dolorosamente con lo que parecen ser solo palabras sin sentido. Este fenómeno hace desear al espectador volver a ver inmediatamente el especial: la primera vez uno espera reírse, donde efectivamente Burnham logra esbozar una tímida sonrisa en el espectador. Él sabe de antemano que esa será justamente la reacción del público cuando escribe y graba la canción Don´t wanna know”. No espere el espectador reír a carcajadas porque no es esa la intención del artista: “¿Están aburridos? ¿Les gusta el espectáculo? ¿Ya se cansaron? ¿Demasiado rápido o lento? ¿Capté su atención? ¿Sí o no? Apuesto que adivino la respuesta, pero no quiero saberlo. ¿Soy el ruido de fondo? ¿Están viendo sus teléfonos? Preguntaría que están viendo, pero no quiero saberlo”.

 
 

En una segunda mirada, el espectador engancha con las pegajosas canciones y el impecable trabajo en los arreglos musicales. A estas alturas dan ganas de descargar la banda sonora y corear las canciones. Cada canción cobra un sentido especial debido a que el artista nos lleva desde lo políticamente correcto a la total incorrección. Esta acción intencionada que caracteriza su trabajo le hizo acreedor de una protesta de parte de un grupo de 15 estudiantes del Westminster College, miembros de la Alianza Gay-Straight, la Asociación de Estudiantes Negros, el Club Internacional y la Organización de Diversidad Cultural quienes se sintieron ofendidos -¡cómo no!- por las letras de sus canciones en el concierto que daba en aquella universidad en el año 2009.

En cada escena, Burnham hace sentir cierta incomodidad agradable al espectador. Esta sensación es lo que hace que cada una de ellas se vuelva adictiva de ver una y otra vez. Se burla de las transmisiones en vivo de los youtubers: reacciona a uno de sus videos y luego reacciona de la reacción del video. Por tercera vez, reacciona a la reacción de la reacción del video musical llamado Unpaid Intern”; una sátira a la esclavitud laboral moderna de jóvenes trabajadores que provienen de familias de ingresos medios-altos. En esta puesta en escena, Burnham hace una introspección personal de sus propias motivaciones y métodos de defensa al observarse cantar una canción. Se critica a sí mismo por ser un douchebag (idiota) que aparenta tener una autoconsciencia bastante aguda. Esta escena demuestra la fragilidad mental del artista, fragilidad que ha quedado al descubierto en el cierre de Make Happy, en el que confiesa a la audiencia que los ama y los odia a la vez porque se siente obligado a complacerlos siempre, y cuando lo logra, es exactamente esto lo que fortalece la autoestima de él mismo.

 
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Bo Burnham pasó 5 años alejado de los escenarios debido a un cuadro grave de crisis de pánico que sufría en casi todas las presentaciones en vivo. Se enclaustró en su casa y prometió no salir nunca mas. Cuando por fin estuvo mejor mentalmente, y listo para volver a los escenarios, el mundo entero se vio enfrentado a la pandemia del coronavirus. Esta circunstancia hizo que Burnham tuviera que pasar encerrado un año en contra de su voluntad. De esta experiencia nace Inside, una obra introspectiva que examina los desafíos que enfrentó la generación millennial al verse privados de llevar una vida normal y alienados de los amigos y la familia.

En la canción “All Time Low” Burnham explora la idea de estar en medio de una crisis de pánico; le denomina ATL que corresponden a las siglas que le dan el nombre a la canción. Lo describe de la siguiente manera: “Desde el momento en que despierto, tengo esta sensación en mi cuerpo muy dentro de mi, trato de no luchar en contra… mi visión comienza a aplanarse, mi corazón se acelera y siento que voy a morir”. El uso del zoom de la cámara es un recurso visual constante en toda la obra, al acercar y alejar la imagen brinda la idea al espectador de estar teniendo esta sensación de perder el control, de ansiedad y angustia. 

El suicidio es otra de las temáticas de la obra. En dos oportunidades menciona haber pensando en aquello. En una de estas ocasiones, el comediante se burla de aquellos influencers que tratan de dar un mensaje positivo respecto de esto, pero que al final terminan hablando sandeces debido a la incapacidad de los jóvenes de lidiar con sus propias vidas, sobre todo en el contexto de las redes sociales.

 
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Burnham juega con nuestros prejuicios. En varias escenas actúa semidesnudo, con una estética que bien podría pasar camuflada como una producción que le hace un guiño al lobby LGBTQ+. Pero, por otra parte, se hace autobullying al burlarse de su condición de hombre blanco heterosexual, en una sociedad donde predominan los hombres caucásicos y abundan los privilegios para un joven delgado como él. En la canción Comedy se aventura a cuestionar su misión de salvar el mundo por medio de la comedia: “¿Qué mierda está pasando? Las personas se enfrentan en las calles, las guerras, la sequía. Mientras más miro a mi alrededor, no veo nada sobre lo que bromear. ¿Ha muerto la comedia? ¿Quién podría bromear en tiempos como estos? Sanar al mundo con la comedia, el poder indescriptible de la comedia. El mundo necesita de un tipo blanco como yo que lo sane con comedia, haciendo literalmente una diferencia, metafóricamente. Soy un tipo especial de hombre blanco, me veo a mi mismo como un agente de cambio. Así que usaré mis privilegios para hacer el bien”. Esta canción es la segunda en orden de aparición. Desde el inicio, Burnham deja claro que pondrá a prueba la paciencia del espectador, a quien no le permitirá hacerse una idea preconcebida de su mensaje.

Una de mis canciones favoritas de toda la película es “White Woman’s Instagram”. La puesta en escena, las luces, los colores, el encuadre -similar a las fotos de Instagram- y el contenido de la letra, logra retratar con precisión a la típica jovencita cursi cuyo estereotipo es fácilmente identificable: “¿Es el cielo? O es solo el Instagram de una mujer blanca: una mesita de café hecha de madera reciclada, un cuadro de un zorro bordado, alguna cita cualquiera del Señor de Los Anillos mal atribuida a Martin Luther King. Una ensalada de queso de cabra, una copa de vino, arte callejero político derivado de otras obras, un atrapasueños comprado en Urban Outfitters”. La crítica detrás de esta canción es la necesidad que tienen las mujeres -en este caso- de mostrar una vida perfecta en las redes sociales pero que podrían estar desmoronándose en el interior.

 
 

Así como en White Woman’s Instagram”, la mayoría de las canciones de esta película incluye el concepto Inside o dentro. Una primera lectura es la de encontrarse encerrado al interior de la casa debido a la pandemia. Esto queda demostrado en la canción Look who´s inside again en donde recuerda su infancia cuando pasaba encerrado en su cuarto grabando videos de YouTube, misma actividad que hace ahora pero claramente en una condición diametralmente distinta.

La siguiente capa del análisis corresponde a pasar horas matando el tiempo en/dentro de Internet. La canción Welcome to the Internet lo retrata muy bien: “Bienvenido al Internet, cualquier cosa que tu cerebro pueda pensar puede ser encontrado, tenemos montañas de contenido, algunos mejores, otros peores. ¿Qué prefieres? Te gustaría luchar por tus derechos civiles o tuitear alguna calumnia racial. Echa a andar un rumor, compra una escoba o envíale una amenaza de muerte a un boomer. Envía un mensaje directo a una chica, o encuéntrate un tumor. ¿Cuál Power Ranger eres? Toma este extraño test. Te puedo mantener interesado todo el tiempo, un poco de todo, todo el tiempo”.

La última idea del concepto Inside es que la persona se encuentra atrapado no solo dentro de la casa o dentro de Internet, sino también dentro de sus propios pensamientos; por ejemplo, la actividad sexual queda relegada solo al ámbito digital por medio del sexting. Burnham toca este tema en la canción homónima en la que descubre que se pueden tener las mismas experiencias sensoriales teniendo relaciones sexuales con una persona en la vida real, o a través de una conversación vía mensajes de texto desde el celular. 

 
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La canción “Shit” y “That funny feeling” reflejan este mismo problema, pero en diferentes dimensiones. En Shit” Bo Burnham parte diciendo: “No me siento bien esta noche. Me despierto a las 11.30 horas sintiéndome con una bolsa de mierda, toda mi ropa está sucia por lo que huelo como una bolsa de mierda. Me miro en el espejo y me digo a mí mismo: ‘cómo estás, inútil de mierda’. No he tomado una ducha en los últimos 9 días, mirando al techo y esperando que esta sensación desaparezca, pero no desaparece”. Por último, en la canción That funny feeling” hace mofa de aquellos que se graban en YouTube pidiendo disculpas por no saber tocar muy bien la guitarra, sin embargo, la tocan a la perfección. En esta canción, Burnham despliega un listado de situaciones que encontramos en nuestra cultura que parecen importantes pero que son inútiles y que no tienen sentido. Esta inutilidad ha hecho que el artista se cuestione la vida y la existencia debido al reciente deterioro en su salud mental.

 
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Considero que esta comedia musical es una obra de arte moderno. La fotografía, la música, la dirección, la voz de Burnham es cálida y las melodías son alegres a pesar de que las letras de sus composiciones son irónicas y a veces deprimentes. Es justamente esa dicotomía exquisitamente lograda lo que hace que esta obra bien podría considerarse como una radiografía del hombre moderno que lidia con la constante contradicción de la existencia en plena pandemia. La problemática tratada en esta obra explora la vulnerabilidad de esta generación que vive con el miedo de volverse irrelevantes e inútiles. Para negar esa realidad, es que ponen toda su energía en luchar por las causas sociales, por esa necesidad apremiante de luchar contra sus propios demonios.

 
 
 

Bibliografía

Bo Burnham. 2021. Inside. Comedia Musical. Netflix

T.J Greaney (2009). YouTube comic Bo Burnham prompts protests at Westminster. Columbia Daily Tribune.

https://www.columbiatribune.com/article/20090304/News/303049607 Recuperado el 28/07/2021

 
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