KATE MONTEALEGRE Y SU NUEVA ETAPA: LOS DESAFÍOS EN LA CONVENCIÓN CONSTITUCIONAL

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La joven abogado, Prosecretaria Nacional del partido Unión Demócrata Independiente (UDI), recientemente electa convencional constituyente por el Distrito 26 (Lista Vamos por Chile), habla con Revista INDIVIDUO sobre los desafíos en su nueva labor, la influencia política e ideológica de la nueva Constitución y sus planes para influir en la nueva carta fundamental con una mirada libertaria y gremialista. Oriunda de Maullín, Región de Los Lagos, Katherine Montealegre es de las convencionales constituyentes electas más jóvenes, con 29 años. Con un fuerte compromiso regionalista, apuesta por la descentralización política, territorial y, principalmente, fiscal. Tiene un diplomado en Desarrollo Institucional para la Convención Constituyente, y busca una Constitución que fije límites al poder del Estado y que, promueva una sociedad civil activa y fortalecida, resguardando profundamente derechos fundamentales como la vida, la propiedad y la libertad en todas sus expresiones.

 

Katherine, ¿Cuál fue tu principal motivación para decidir ser candidata a la convención constituyente?

 

Hemos visto cómo la renovación de la política había ido tomándose los distintos espacios, formándose nuevos conglomerados, pero nos había pasado que en Chile ese fenómeno era exclusivo de la izquierda y centroizquierda. En la derecha nos quedamos dormidos en ese sentido, y ahora, afortunadamente, hay una nueva generación de jóvenes que está tomándose los espacios y defendiendo nuestras banderas: la vida, la libertad, la propiedad; tanto en las universidades, organizaciones sociales, como en los mismos partidos políticos, y que le ha dado un frescor a la forma tradicional de hacer política. En ello, lo que me motiva más fuertemente es la defensa de las ideas en el proceso constituyente, que comenzó con el ciclo de Charlas Constitucionales con el que recorrimos nuestra región junto a un tremendo equipo de abogados, cientistas políticos y profesores, para que la ciudadanía estuviese lo más informada posible sobre el proceso constituyente, de cara al plebiscito del “Apruebo” y el “Rechazo”, y que me llevó a ser electa gracias a la confianza que me entregaron los votantes del Distrito 26. Además, me motivó a participar el poder representar a las familias de esfuerzo como la mía, ligada a la pesca artesanal y la pequeña agricultura en Maullín, una pequeña comuna de la región de Los Lagos, que son quienes, en definitiva, tienen la carga de sacar adelante a Chile y que, han sido postergados por las políticas públicas que se inspiran más en el privilegio y los beneficios para determinados grupos, que en el mérito y la movilidad social. Representar también a aquellos que veían con recelo el proceso constituyente, que votaron Rechazo porque no querían la refundación de Chile y que merecen que su voz sea escuchada, para conservar lo bueno de nuestra actual Carta Magna, que tanto progreso y desarrollo nos ha dado.

 

¿Cuáles crees que serán tus principales desafíos dentro de la convención?

 

Podemos dividirlo en dos cosas. Por un lado, va la estrategia del posicionamiento de ideas, en defenderlas de manera clave y de una forma comunicacionalmente correcta, que llegue a esos sectores a los que muchas veces no llegamos con nuestras banderas. Y, por otro lado, posicionarnos con temas que en varias ocasiones creemos que son propios de la izquierda, pero que también nos pertenecen; como, por ejemplo, la participación ciudadana, el volver a los barrios, a las juntas de vecinos con los dirigentes. No hay nada más gremial y que represente hablar más de libertad que otorgarles reconocimiento a estos subgrupos intermedios que quieren trabajar por sus barrios, por sus comunidades, sin intervención del Estado. Poder tomar sus propias decisiones y dejarles esta acción a las personas creo que sería una buena estrategia y un buen medio para lograr, finalmente, hacer llegar nuestras ideas, poder sintonizar con los sectores más desposeídos con los cuales muchas veces no llegamos. Y además de eso, apuntar a la transparencia; yo creo que esto y la participación en este proceso son claves. La derecha debiese impulsarlo, además de las ideas que vamos a tratar de defender. Quiero participar dentro de la bancada en la discusión de los temas de derechos sociales. Esto es un consejo que también me dio el gran Pepe Piñera; él me decía que, si tú eres defensora de la libertad, tienes que tomar batallas grandes, y la gran batalla va a estar en los derechos sociales; en cómo evitar que se cree un gran catálogo de derechos que deberán judicializarse para llevarse a cabo, y que, por lo tanto, consiga que la separación de los poderes se vea afectada, antes que el gasto público se vea completamente absorbido por estos derechos. Mientras más amplio sea el catálogo, mayor será la carga fiscal que va a recaer en los ciudadanos, mayor la cantidad de impuestos (tanto en cantidad, como en las tasas) que deberemos pagar.

 

¿Qué margen de operación tiene Chile Vamos en la convención constitucional, considerando que la mayoría de esta tiene una orientación ideológica de izquierda o extrema izquierda?

 

De lo que me he dado cuenta en el último tiempo es que los grupos más radicalizados son bastante pequeños, y que, en general, en las listas de independientes, por ejemplo, a pesar de que quienes las lideran son así (ideologizados de izquierda o extrema izquierda), al conocer a los convencionales a lo largo de las regiones te das cuenta de que puedes dialogar y llegar a puntos de acuerdo muy importantes. Por ejemplo, en temas de descentralización podemos llegar a muchos acuerdos que beneficiarían a nuestras ideas. La descentralización no solo permite que limitemos el poder central, que se concentra a nivel capitalino en nuestro país, sino que también logramos evitar que los políticos de turno puedan enriquecerse a costa del fisco, teniendo un Estado mucho más moderno, eficiente y acotado. También permite que las decisiones sean más eficientes en su discusión y ejecución, y se condigan también con la realidad de los distintos territorios. Se logra que el gasto público se utilice en cosas que la ciudadanía realmente necesite y no que se aplique una lógica capitalina que muchas veces no se coincide con la realidad de las regiones ni de las provincias (por sus necesidades particulares, su dispersión demográfica, etc.), en donde es bastante común que los recursos no llegan a su destino, porque quedan entrampados en pura burocracia. Cuando tú hablas con otros convencionales, te das cuenta de que ellos están de acuerdo contigo en estos temas. Por lo tanto, creo necesario tener primero la capacidad de diálogo como coalición Chile Vamos: llegar con propuestas, no solo oponernos a lo que nos propone la izquierda, y así salir jugando: agarrando la pelota en la cancha y metiendo nosotros los goles. Por esto además será muy relevante contar con el apoyo de distintos think tank, universidades, fundaciones y demás organizaciones de la sociedad civil, que estén al servicio de los constituyentes, por y para la ciudadanía.

 

Algunos miembrios de la convención constituyente quieren extender el plazo de funcionamiento de esta, ¿Qué opinas al respecto?

 

Mi posición es clara respecto a ese tema. Creo que una de las cosas que nos mandata la ciudadanía es cumplir las normas. Recordemos que nuestra Constitución, si bien nace en un período de estado de excepción, fue legitimada constantemente a lo largo de los años en diferentes plebiscitos, reformas de los distintos partidos e incluso con ella pudo gobernar tanto la izquierda como la derecha. Pareciere que la falta de propuestas e ideas es la tónica en la izquierda que propuso la refundación constitucional. Una de las cosas que más se alegó es que se debería cambiar la Constitución, porque todavía tenía un origen ilegítimo, pero ellos quieren cambiar las reglas del juego y transgredir el Acuerdo por la Paz y la Unidad que firmaron los partidos democráticos de nuestro país. Por tanto, de continuar con esto, ciertamente afectaría la legitimidad de la nueva Constitución que pretendemos que rija por treinta o cuarenta años, si no más, en nuestro país. Ciertamente ya vemos quienes lo están proponiendo y son precisamente aquellos partidos y movimientos que no fueron parte del Acuerdo, y que tampoco han sido representativos de los valores de una democracia, como el Partido Comunista.

 

Vemos que una de las figuras que obtuvo mayor votación en la deracha o nueva derecha es Tere Marinovic, ¿Cómo ves la figura de ella en la convención?

 

A mí me ha sorprendido cómo rostros visibles del Rechazo tuvimos la posibilidad de salir electos, aun con toda la contra campaña que nos hicieron, tuvimos la valentía para defender nuestras ideas y planteamientos. El Rechazo era la mejor opción para Chile, porque resguardaba todo lo bueno, lo que se ha construido y que es muy fácil destruir, no solo en términos de fortaleza institucional sino también el desarrollo y progreso que se ha logrado en los últimos treinta años. Por eso creo que Marinovic es un ejemplo, ya que se atrevió de parte de los sectores de la derecha, con su potencia, valentía y coraje para defender sus ideas. Y lo que más me ha gustado de Tere en el último rato ha sido esa voluntad que tiene de trabajar en equipo, algo que no se ve mucho en los sectores de derecha, tanto partidista y como no partidista. Muchas veces ellos no quieren trabajar en conjunto con los demás partidos, por eso pienso que la actitud de Tere (y de muchos otros convencionales más) va a ayudar a consolidar una gran bancada de derecha en la Convención Constituyente, para defender nuestras ideas de manera sólida y potente.

 

¿Cómo crees que influirá la campaña de Lavín en los constituyentes de la UDI?

 

La verdad es que es bastante complejo y depende de cómo se tome la participación. Yo creo que los constituyentes tenemos que tratar de tener la menor injerencia en las elecciones presidenciales, pues estaremos concentrados de lleno en la labor que la ciudadanía nos mandató, y yo, como he trabajado con las contingencias, siento que los constituyentes vamos a tener una labor súper ardua. Tendremos muy poco tiempo para discutir y revisar el texto constitucional y creo que el mandato que se nos ha encomendado es importantísimo. Por mi parte creo que lo mejor que podemos hacer los constituyentes, sobre todo de la UDI, el partido que yo represento es quedarnos un poco al margen de la presidencial y abocarnos a la defensa de nuestras ideas, a establecer estrategias para poder hacerlo de la mejor manera. Creo que hoy en día la izquierda tiene una gran carga sobre sus hombros y frente a la ciudadanía:  que el proceso constitucional funcione bien. Pienso que la derecha también tiene una carga potente en cuanto a que tenemos una oportunidad única, y no podemos fallar en transmitir nuestras ideas y crear una Constitución que permita defender los pilares fundamentales como la libertad, la propiedad y la vida. Y para ello vamos a seguir jugando. Entonces creo que va a depender de cada constituyente si quiere influir participar o no en las campañas de las elecciones presidenciales.

 

¿Qué te parece el liderazgo de VOX? ¿Crees que sería bueno aplicar esas idean en Chile?

 

Las realidades de los partidos son distintas en cada país, pero no tanto en cuanto a las ideas que se plantean. Creo que VOX es un gran referente de derecha, porque representa fielmente las ideas que nosotros compartimos y además ha constituido un modelo a seguir en todo Hispanoamérica. Por tanto, pienso que debería ser replicada la estrategia de lograr correr el eje, la cancha de las ideas donde hoy en día ha ido rumbo a la izquierda. Vox ha dado cátedra a los partidos de derecha de la región, no solo en cuanto a cómo mantenerse firme en las convicciones, sino también en volver a posicionar a la derecha correctamente, alinearla, alejándola de las izquierdas radicales. Cuando tú escuchas los planteamientos de Santi Abascal y de Rocío Monasterio escuchas un ejemplo de sentido común, de valores y principios que deben defenderse incluso ante la impopularidad y la corrección política que hoy en día tanto nos aqueja en Occidente. En Chile, particularmente, creo que ha contribuido también a que se levanten nuevas fuerzas políticas, reafirmando otras ya existentes y también ha impulsado que nazca esta nueva derecha que se vislumbra a través de distintas organizaciones sociales y partidos políticos, que nos hace tan bien al sector para tener una nueva visión en los partidos tradicionales. Yo vengo de un partido tradicional, soy de una nueva generación y también me siento parte de esta nueva derecha, la que no tiene complejos, que no se siente culpable por su historia y que, por el contrario, saca lo bueno de ello, aprendiendo de los errores que se hayan cometido. Estos principios de la libertad, la defensa de nuestra patria, la familia, la vida y la propiedad nos llevarán, sin duda, a convertir en realidad ese proyecto que tanto hemos anhelado, que es una sociedad libre pero también responsable de sus actos.

 
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